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lunes, 13 de diciembre de 2010

EL IVA Y LA CRISIS DEL SISTEMA CAPITALISTA

El IVA comenzó siendo un impuesto sobre el valor añadido, a lo largo de la cadena productiva, de distribución y venta de la mercancía, pero ha acabado siendo un impuesto sobre el consumo. Pero su incremento debe implantarse descargando los impuestos antiguos como son el de sociedades y el IRPF. La supresión de ambos permitirá dinamizar la economía. Esta innovación fiscal debe ser bien explicada. El impuesto de sociedades no lo paga finalmente el empresario, sino el consumidor, pues el gasto fiscal queda incluido en los costes (materia prima, salarios e impuestos). Es decir en cada producto el consumidor paga una parte de dicho impuesto, por lo que si se aumenta el IVA y se mantiene dicho impuesto lo pagamos doblemente.
 Una subida del IVA muy limitada para evitar la carga fiscal hace que la sociedad pierda mucho dinero público y quede en manos de las grandes fortunas. Porque en una economía globalizada y con la creciente deslocalización de los negocios, los impuestos de las mismas van a países de fuera, incluidos Paraísos Fiscales, es decir: los productos de fuera tributan a otro país y, al mismo tiempo se  encarecen las mercancías autóctonas, que deben añadir el coste fiscal. Al ser menos competitivas entran más fácilmente en quiebra. Por otra parte la presión fiscal, sobre todo para los autónomos hace difícil emprender iniciativas empresariales, por lo que cuando sean aligerados de las cargas fiscales podrán impulsar su actividad. La subida del IVA se compensaría por la disminución de costes, entre los que se incluyen los impuestos que paga la empresa. 
Hemos pasado de la sociedad industrial a la sociedad del consumo. Del impulso de la oferta se ha pasado al impulso de la demanda, tanto demanda efectiva como demanda marginal. La crisis actual lo es fundamentalmente de empleo. Los intentos por crear más puestos de trabajo fracasan uno tras otro y no lograrán ya nunca sus objetivos, porque no se ajustan a las necesidades de menos mano de obra para la producción. Por eso incentivar políticas fiscales y subvenciones para fomentar el empleo es un error.  Sabemos que puede crecer la economía sin crear más empleo, mucho del cual sale carísimo al Estado. 
Por otra parte si al trabajador se le descarga del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se incentiva un margen económico para el consumo, de manera que va a dinamizar la economía. Ésta es un ciclo en el que el dinero se mueve, pasa de unas manos a otras, creando beneficios y salarios, hasta ahora a través del trabajo o la inversión,. Pero este modelo ya no funciona. Se habla de refundar el capitalismo, ¿en qué sentido?. ¿En el de más explotación?. 
 Hace falta, se dice, una reestructuración del sistema financiero, ¿pero de qué manera para que funcione?. Sólo, respondemos, activando la inversión de manera condicionada a las necesidades reales. El medio ambiente marca un límite a la economía, cuya transgresión podemos pagar muy cara. De esta manera el IVA puede regular un modelo sostenible de consumo gravando productos dañinos con el medio ambiente y favoreciendo los más básicos y los menos destructores del entorno. Por ejemplo rebajar el IVA de los coches con motor eléctrico. Si se elimina el IVA al pan, por ejemplo, permite un consumo básico más barato y ningún rico va a comprar más pan porque con una barra le sobra, no come mil. 
El IVA es un impuesto proporcional, pero en la práctica también es progresivo, pues quienes más tienen gastan más. Una persona es rica no por lo que tiene, sino por lo que consume. Si uno compra una bici pagará de IVA 27 euros, si compra un coche de lujo, con el mismo porcentaje pagará 2700 euros.  
Con este nuevo modelo es asumible la Renta Básica universal porque va a impulsar el ciclo de la economía, sin depender del empleo. La banca sigue obteniendo beneficios y se buscan éstos a costa de empeorar las condiciones laborales de los trabajadores, a quienes no les queda más remedio que aceptarlo, porque o eso o nada.  Y también a costa de dejar fuera del ciclo del dinero a muchos seres humanos. 
Hemos pasado de una economía que tenía que distribuir unos bienes escasos a otra que tiene que distribuir la abundancia, y esto exige un cambio de modelo económico y fiscal. El sistema de pensiones ha quedado obsoleto, los fondos privados son un  riesgo y un negocio bancario. La crisis actual poco tiene que ver con la de 1929, en la que hubo escasez productos en el mercado, hoy abundan, no falta de nada, sólo dinero, en forma de una Renta Básica o de salario, para impulsar la demanda sostenible y necesaria.
Una cantidad de dinero debe ser facilitada de manera urgente a los parados que no cobran ninguna prestación, ya más de dos millones de personas. Pero sin condicionar a cursos o exigencias laborales que explotan al parado doblemente. También deben paralizar los embargos y desahucios a las víctimas de la política económica, junto con el corte de suministros básicos como son la electricidad y el agua.  Todo lo cual exige un cambio de mentalidad en todas las opciones políticas.

EL PLAN E: ESPAÑA

EL PLAN E: La oportunidad perdida para salir de la crisis y ser la referencia de la economía mundial.


Las rebajas de impuestos, como el cheque de los 400 euros o la supresión del Patrimonio, los grandes fiascos.
La rebaja de 400 euros del IRPF es de una "eficacia dudosa" y en que no beneficia a las rentas más bajas. Además el momento elegido para suprimir el Impuesto del Patrimonio es "cuestionable" y es una medida difícilmente "reversible", que sólo beneficia a las rentas más altas, por lo que seria conveniente su recuperación.
La mejor forma de enfrentarse a las necesidades de gasto público es luchando contra el fraude fiscal y "si fuera necesario" diseñando nuevos impuestos dirigidos a los colectivos con rentas más altas. Con fines recaudatorios, también seria conveniente que se gravaran las rentas del capital: que se elimine la deducción por cobro de dividendos (actualmente de 1.500 euros), que tributen las operaciones especulativas en bolsa (una demanda tradicional de la izquierda más radical) y que se reestructure la tributación de los beneficios de las empresas.
En cuanto al otro buque insignia del Plan E, el Fondo de Inversión Local de 8.000 millones de euros, las inversiones a cargo de este fondo "además de crear empleo, deberían contribuir a aumentar la productividad o la utilidad social evitando las obras suntuarias o meramente estéticas". Los deseos de lo que seria conveniente en un pozo, pues la mayoría de las obras ya están licitadas. El plan de obras municipal es la iniciativa más enfocada a impulsar la demanda, pero su combinación con otras medidas "contractivas", como la reducción de plazas de empleo público o el recorte del gasto corriente limita "el efecto expansivo del programa".
Las líneas de liquidez del ICO  tampoco aprueban el examen ya que con independencia de su "eficacia relativa" para reactivar el crédito, implicarán un aumento de la deuda pública y también del déficit, "contrariamente" a lo que dicen "las instancias políticas responsables". Los agentes sociales piden que el Estado haga un esfuerzo en el terreno de la "transparencia" de las cuentas públicas, debido al coste de las medidas.

jueves, 2 de diciembre de 2010

quien fuistes en tu vida pasada










 
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